sábado, 3 de diciembre de 2016

El jardín de las delicias


Los animales tenían un cuerpo muy delgado
y flexible, como el de las bailarinas.
¿Qué se hicieron? Aquel zorro sabio Jung
que encendía una estufita en el sueño.
¿Se ha retirado estéril a la oscuridad?

El grajo Salinger se tumbaba en el suelo,
detrás del piano ¿Te acuerdas?
De repente ya no hay piano,
solo alguien
canta una canción triste.

Tu nidito favorito hizo que Dorothy Parker
me amara de algún modo,
era una bomba que haría estallar
el mundo, era colosal
por su pretenciosidad
cuando decía
<COGIDOS DE LA MANO,
CORRÍAMOS POR EL BOSQUE OTOÑAL>
¿Lo recuerdas?

Hasta un poema malo requiere
pajarillos por doquier
y un poco de aislamiento.
Ven, pues, construyamos un bestiario
con su multitud dancística y brillante.
Los perros románticos están ladrando de nuevo
en plena forma,
ladran como lobos
pero tú no estás.


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