ya sabes: cuando Henry Miller
habla de un hombre
en las trincheras
soy un cuerpo caliente del infierno
que va y viene
con apatía
y me acuerdo del amor:
un hombre en las trincheras
que no sabe si vivir,
porque si ahora escapa,
sería para verse
atrapado
más tarde.
Si sigo adelante,
aunque tenga el alma de
una cucaracha
y lo haya reconocido
ante mí mismo,
dadme un fusil o un cuchillo
apasionado
y seguiré
luchando
mucho.
más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario