viernes, 28 de octubre de 2016

Conozco un cuervo




Conozco un cuervo que se tambalea
al borde del precipicio, es semejante
a mí de pies a cabeza,
me lo encuentro
esperándome delante de la oficina.
Días de ser medio cuervo (ni un medio ser
de Ted Hughes ni Federico García Lorca).
Días de ser medio hombre
partido por la mitad.

 

Jinete, jinete, jinete


El jinete ha llorado en silencio asombrado
sobre un oro de niña.
Ha venido esta mañana a cantar para ti,
desentonando un poco tal vez,
pero a cantar.

El jinete ha llorado en silencio asombrado
por Kant y Rubén
buscando ese rostro de niña
demasiado bella,
esa piel profunda de sabores
que viene brincando a saludarme.

Jinete, jinete ha llorado en silencio asombrado
luchando por
vivir
sobrevivir
mientras los demás andan
con pies de plomo, aliquebrados,
hay un cuerpo que canta,
mientras suena Shumann
sensible
y
sentimental,
el jinete ha llorado en silencio
como un menor y un cursi
pero me da una confianza
cuando ya no confío
en casi nada
y la máquina de escribir veracísima
trae tus muslos gloriosos,

y el jinete se mete en mí
para llevarme
a la busca del
tiempo perdido,
hacia la palpitada
luz de tu cuerpo.




miércoles, 19 de octubre de 2016

Cuando esperas que los poemas te ayuden a andar con pies de plomo


Los poemas llegan
y dan unos golpecitos
con su batuta.
¿qué demonios te pasa?,
dicen.
Se produce
un espasmo de concentración
seguido
casi
inmediatamente
por un aletargamiento
repentino y general
al quedarme en blanco.
¡Mis nervios están tensos,
vibrantes!
Viene la febricitante luz de la noche.
"Todos somos paganos mutilados",
dicen que dijo Cioran.
Los poemas se largan entonces
pensando que soy escritor,
que tengo un estilo,
por decir febricitante en lugar febril.

Pianista


Y me metí en una jaula con una fiera,
cogí mis páginas, me largué
y seguía sonando la música
practicando Bach
en una jaula secreta llena de libros
y un olor penetrante invadía
todos los poros de mi cuerpo
y era un hogar lo que había encontrado
y eras tú, tú
a la busca del tiempo perdido
y era yo, yo
ligero como un pájaro
y todo me interesaba profundamente.


sábado, 15 de octubre de 2016

Mi corazón


Mi corazón busca belleza, busca silencio, busca tus manos, hace como que no quiere ceniza, hace como que no quiere suciedad.

Mi corazón -ansioso- es arañado por la gata con felinidad cazadora y se pone rojo, como un personaje de La Bella y la Bestia.

Mi corazón, convulso de convulsiones, sirve para decir: "La vida empieza aquí".

Mi corazón, con ojeras, acierta a morir de sangre como Ophelia y Virginia Woolf, acertaron a morir del agua largamente.

Mi corazón duerme mal pensando en que aún puede amar.

Mi corazón sabe que el blanco no es la ausencia de color y ser libre es una gran pared blanca.

Mi corazón mete lo insólito en lo cotidiano.

Mi corazón lleva días sin escribir, aunque en realidad escribe mucho, en tanta soledad, en un rectángulo de cinco por tres metros, calculado a ojo.

Mi corazón vuelve al cansancio sin sentido.

Mi corazón se repite que volverás pronto.

Mi corazón come socca.

Mi corazón quiere el ronroneo del vivir donde está el ancho mundo.





viernes, 14 de octubre de 2016

Adorable gato


Este gato
está esperando que vayas
a verle,
pero no
entres.
Se sentará  a tu lado
maullando o en silencio,
sigiloso y eléctrico.

Le volverás a escuchar
arañar
a la hora del crepúsculo
mientras suena
el adagio
de la sonata "Pathétique".

Puede escribirte haikus
reposando sobre la
almohada,
te hablará de filósofos,
de que Dios
no es estructuralista,
oirá
un rugido
cuando tú oigas
un chirrido.

Dormirá la mayor parte
del tiempo,
lo amarás muchísimo
y le llevarás comida,
latas de pescado,
carne que te sobre.

Gato huido de la
guerra,
no entres en su casa
aunque te enloquezca con su
belleza,
porque tiene aún en los ojos
la imagen de la gata muerta,
los ojos de la gata
que vio fusilar
porque los haikus son
mi corazón
y el gato se parece mucho a mí.


lunes, 10 de octubre de 2016

Los exiliados


Toman por aventureras
las sombras de los objetos
apacibles e insignificantes,
voces obtusas.
Fuera la noche de nuevo,
la noche solidariamente
desierta, fría, mecánica,
refugio del germen del yo.
Allí son nebulosos
miran inexpresivos,
verdad es una palabra
que nunca se había usado
entre ellos, y ahora
está en boca
de todo el mundo.