Conozco un
cuervo que se tambalea
al
borde del precipicio, es semejante
a
mí de pies a cabeza,
me
lo encuentro
esperándome
delante de la oficina.
Días
de ser medio cuervo (ni un medio ser
de
Ted Hughes ni Federico García Lorca).
Días
de ser medio hombre
partido
por la mitad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario