sábado, 27 de mayo de 2017

Los subterráneos


Das de comer a los gatos
con una mueca de tus labios
expresivos,
ellos son hipster
sin ser insoportables,
son intelectuales como
el demonio
y saben
lo que se puede saber
sobre Pound
sin ser pretenciosos
sin hablar
demasiado
de lo que saben,
son muy tranquilos,
como diría Henry Miller.
El resto no te trae otra cosa que dolor
y angustia y
pena.


Los subterráneos son distintos se enfurruñarán
si no te despiertas mañana,
si no los rodeas con los brazos
apasionadamente
y les dices que los amas.
Los subterráneos
siempre tienen una manera muy especial
de parecer
perplejos desconcertados
vaguean,
te escuchan
como si creyeran
cada
palabra
que tú pronuncias.

Recuerdo que
hay una gata
similar a los subterráneos serenos,
con ella
anduve un poco
desde la estación
hasta su casa.

Sé que hay ciertas personas en quienes nunca,
en ninguna circunstancia,
debes
pedir
ayuda
pero no a los gatos
subterráneos, a la gata, ellos me hacen
declarar
que estoy progresando como escritor,
quieren que siga vivo,
que permanezca en esta tierra,
en algún sitio, en cualquier lugar,
en este mundo,
y nunca muera.

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