viernes, 30 de junio de 2017

Mi buena chica

 
 
Mi buena chica, ¿por qué hemos vuelto
a disimular antes de cerrar los ojos
y conciliar el sueño? Fue imposible.
La Señora Belleza está siempre activa,
con los dientes mordiendo, pellizcando,
mordisqueando ¿No ves
cómo me hallo?
Hum, hum, hum. Oigo tu voz,
caigo en trance, me recuesto en un blando
cojín
aflojo la mano y no retiras la tuya.
Las comunistas acechan fabricando
chismes morbosos,
intentan vendarme los ojos, pero tu voz
se oye ¡Sí, canta! ¡Canta, maestra
de obras! ¡Canta, Guerrera Alegre!
Mi buena chica hace que me aferre a sus alas
cuando el mundo, mimado y consentido,
está desintegrándose, ella es
como un ángel violeta de Chagall.
Nos acariciamos, nos abrazamos estrechamente,
ahora es como el amor, mi propia desnudez.

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